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martes, 26 de abril de 2011

La música en mí.

Acordes en una melodía lenta, con dulces movimientos. Notas extrañas que suben, bajan, se apoderan de mi mente. Más y más sonidos que se entrelazan, que expresan cualquier cosa: "felicidad", "tristeza", "locura", "tranquilidad", "enojo", "amor"... puedes sentir y sacar fuera lo que se encuentra en tu corazón, muy dentro de .

Y así, sacando esos sentimientos mediante 7 notas, le cuento a todo el mundo cómo me siento, pero sin articular palabra alguna. Un idioma que entienden todos y a la vez, no lo descifra nadie. Te quedas tranquila sacando todo eso que llevabas dentro, y más aún porque sabes que no eres culpable de confesar algo que no debieras.

Y no sólo la haces, sino que la escuchas. Otros también hablan mediante este particular idioma, y te voy a contar un secreto: yo sé lo que quieren decirme. Yo sí entiendo ese idioma, sé lo que significa cada acorde que me puedas enseñar. Miro tus ojos, y lo que me quieres decir. Tu expresión, dice mucho cuando interpretas... de repente, un libro cerrado se abre.

Y lo mejor, lo mejor de todo, es cuando haces música junto a alguien. Complicidad, sinceridad... aquí no existe la hipocresía ni la falsedad. Sé lo que dices, y tú también me entiendes a mí. Podemos saber cualquier cosa, el uno del otro.

Lejos de las palabras, cerca del corazón. Nunca fue tan fácil.


lunes, 25 de abril de 2011

Shout.

¿Sabes cuál es esa sensación de querer GRITAR? Sí, GRITAR... y que te escuche todo el mundo, en especial ÉL.
¿Tan difícil es entender lo que quiero? ¿Cuesta tanto leerme los labios? Es impotencia, y a la vez, duele.
¿Y por qué duele? Se supone que "no debería" ser así...
Lágrimas, que no cesan, se sumergen en gritos ahogados. Desespero.

Y sólo necesito de tus labios una explicación de esta frenética soledad. Si es cosa de dos; ¿por qué en esta historia sólo va quedando uno?

Y todo esto lo escribo porque me siento sola, porque < hace falta más > de < lo que se da >. Hace falta  demostrar, más palabras, y menos promesas que quedan por cumplir.

Promesas... Algo que arrastro con cadenas... más ilusiones perdidas, más esperanzas fallidas.
¿Cuándo volverá mi calma? Estoy cansada de este maquillaje que finje felicidad.
Quiero tener mi propia felicidad, como antes... ¿Quién fue el que me la arrebató?

Y lo más triste, es que yo sigo aquí gritando... todo el mundo me mira, todos me oyen... menos ÉL.

Escucha, que grito: ¡¡¡T E  N E C E S I T O!!!